martes, 5 de febrero de 2008

NOTAS DE PRENSA: EL PAÍS 28.01.08
ENTREVISTA: ROSA CONDE Directora de la Fundación Carolina

"Las políticas educativas han tenido escasa visibilidad"

En los cuatro años que han pasado desde que dejó la política activa después de dedicarse 20 años a ella, esta socióloga intenta dar transparencia a una institución creada por el Gobierno del PP y rodeada de polémica

Aunque ahora sea habitual la presencia de ministras en los Gobiernos, con la paridad en el Consejo de Ministros ya asumida por todos, no lo era hace 20 años, cuando Rosa Conde se convirtió en una de las primeras mujeres en ocupar una cartera, la de ministra portavoz. Sólo Soledad Becerril, con UCD, y Matilde Fernández, a la vez que Conde, fueron ministras en aquellos años. Esta socióloga (Ronda, 1947) dirige desde 2004 la Fundación Carolina.

"Dar visibilidad a las políticas sociales puede decidir el voto de la izquierda"

"La idea del PP era formar a las élites de la derecha de América Latina"

"Ya nadie se cree que se rompa España en 17 sistemas educativos"

"Hemos introducido la transparencia en la selección de los becarios y en todo"

Creada por el PP en 2001, rodeada de gran polémica por su carácter "elitista", según dijo entonces el PSOE, esta institución educativa se ocupa de fomentar el intercambio cultural, educativo y científico con América Latina. Concede cuantiosas becas de posgrado a licenciados latinoamericanos y financia visitas a España de personas relevantes de esos países. Maneja un presupuesto de 20 millones de euros y trae a España a 2.000 personas al año.

Como política con encaje que demuestra seguir siendo, Conde asume con gran naturalidad su fama de "mala comunicadora", tras su paso por la portavocía del Gobierno. "Recibía críticas por mi forma de comunicar, pero nunca por cuestiones de fondo. Y eso, como es un mito, es difícil de romper y vivo con ello", explica. Rosa Conde es además experta en temas electorales, -dirigió el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)- y tiene claras las posibilidades del PSOE con vistas a las próximas elecciones.

Pregunta. Cuando el Gobierno del PP creó la Fundación Carolina, la oposición socialista le acusó de crear una institución que buscaba formar élites ideológicamente cercanas al Ejecutivo. ¿Sigue siendo así?

Respuesta. No. Había dos ideas buenas, el fomento del intercambio cultural y educativo con Latinoamérica y el hacer una alianza público-privada, que son las únicas dos cosas que nosotros hemos mantenido. Y es verdad que el PP hizo una institución muy elitista, la idea era formar las élites del futuro de América Latina y además buscarlas en la derecha conservadora de esos países, y con un componente, en mi opinión, altamente religioso. A mí no me parece mal ayudar a formar las élites, pero si se hace con transparencia e intentando establecer el principio de igualdad de oportunidades. Cuando asumí la dirección promoví la implicación en esta institución del Gobierno, las universidades, tanto públicas (que apenas participaban) como privadas, las ONG y las empresas.

P. Buena parte de las críticas provenían de las universidades.

R. La fundación se había creado de espaldas a las universidades públicas. Por eso creamos un consejo asesor con los rectores, el CSIC y la Agencia Nacional de Evaluación (Aneca), establecimos convenios de colaboración con todas las universidades y nos abrimos también a las públicas en América Latina.

P. ¿Es transparente la selección de los candidatos?

R. Hemos creado un comité de selección con expertos independientes del área del conocimiento y con la participación de la universidad. Hemos introducido además principios de igualdad de oportunidades, el criterio de la discriminación positiva de género y geográfica y fomentamos que los becarios de diversos países se relacionen entre sí. Para 1.750 becas que se dan este año hubo 157.000 solicitudes. Es una gran cantidad, lo que da la idea de la buena difusión que hemos hecho de ellas. Lo que diferencia las becas Carolina de otras es que se hace hincapié en que los estudiantes conozcan la sociedad española para que mantengan en el futuro una buena relación con España.

P. ¿Son como una especie de becas Fullbright españolas?

R. La idea inicial es parecida. Pero la Fundación Carolina es mucho más que las becas. El 75% de nuestro presupuesto va dirigido a las becas, pero nuestra labor no se puede entender al margen de la política de cooperación española. Tenemos otros programas, como el internacional de visitantes. Traemos a España a unas 400 personas al año que, por la razón que sea, tienen relación con España. Esta semana viene una quincena de diputados y senadores indígenas que representan a su movimiento en sus Cámaras.

P. También se criticó al PP precisamente por el proceso de selección de estos visitantes.

R. En esos procesos intervienen ahora directores independientes de los programas y las embajadas españolas. El elemento diferenciador es la transparencia, en el proceso de selección y en todo. Hemos democratizado la fundación, en el sentido amplio del término. Hemos incorporado a la fundación a las grandes redes de investigación de Latinoamérica y además potenciamos el debate sobre la responsabilidad social de las empresas y les servimos de paraguas.

P. ¿Es el apoyo a la educación en Latinoamérica una prioridad del Gobierno de Zapatero?

R. Sin duda alguna. El partido socialista ha puesto de manifiesto que tiene un verdadero interés en abrir vías de relación con América Latina más allá de las tradicionales de la inversión económica y las relaciones políticas.

P. A poco menos de un mes de las elecciones, ¿no cree que han tenido escasa visibilidad en esta legislatura las políticas sociales, incluidas las educativas?

R. Sin duda, estas políticas han tenido escasa visibilidad. Porque dos temas -primero, el debate autonómico y luego, el terrorismo- lo han impedido. Ahora se pueden resaltar en la campaña y es muy difícil que el PP vuelva a sacar el debate autonómico porque ya nadie se cree que se rompa España, por ejemplo, en 17 sistemas educativos, como decían. La campaña puede dar paso a la visibilidad de esas políticas y es lo que puede decidir el voto de la izquierda.

P. Como experta en temas electorales, ¿cuál es su análisis de las opciones del PSOE y del PP en las elecciones generales?

R. Soy optimista sobre el resultado para el PSOE. Las encuestas más fiables son la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y la que hace Julián Santamaría. Las dos están dando una ventaja del PSOE sobre el PP de entre dos puntos y medio y tres puntos, es decir, un empate técnico. En estos momentos opino que debemos estar en este resultado, pero con tendencia al alza para el partido socialista.

El PP tiene movilizado a todo su electorado, tiene una tasa de lealtad muy alta, en torno al 90%, pero no de crecimiento. Tiene a toda la derecha, pero con la política que está haciendo no puede crecer hacia el centro. Por lo tanto, el resultado del PP es éste y es muy difícil que suba en la campaña electoral. Sin embargo, el PSOE tiene unas posibilidades de crecimiento muy altas en votantes de centro y de izquierda, precisamente porque tiene una fidelidad más baja, en torno al 70%. Por lo tanto, creo que de la campaña que se haga, de su fuerza, depende que se rompa esa barrera para el PSOE.

Me parece además errónea la decisión que ha tomado Mariano Rajoy de excluir de las listas por Madrid a Alberto Ruiz-Gallardón y también su apuesta por Manuel Pizarro. Ha querido tomar una decisión rompedora y movilizadora de su electorado, que ya está movilizado, y ha puesto a una persona que puede ser un buen gestor empresarial pero no forzosamente un buen político y, de hecho, un político no se hace en un mes, por muy buen empresario que fuera, y eso se ha visto ya en los días que lleva.

P. ¿Volvería a la política activa?

R. No. Me siento muy cómoda en los aledaños y con una buena relación con el partido y el Gobierno.

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Techo de cristal para los discapacitados

Sólo el 4% de jóvenes con minusvalía alcanza la universidad, frente al 20% del resto de la población

En España viven alrededor de 150.000 personas de 20 a 29 años con discapacidad, de las que sólo cuatro de cada 100 (entre 6.000 y 7.000) acceden a la Universidad; el porcentaje de acceso entre la población general para el mismo tramo de edad es del 20%. Los jóvenes con discapacidad representan entre el 2% y el 2,5% del total, pero apenas pesan un 0,5% en el global del alumnado universitario. Es un sólo y un apenas de los muchos que pueblan el Libro Blanco sobre Universidad y Discapacidad, recién elaborado por el Real Patronato sobre Discapacidad, adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El texto, a parte del cual ha tenido acceso este periódico, aún no ha sido presentado.

El capítulo referido al contexto demográfico pone en evidencia "la infrarrepresentación de las personas con discapacidad en la Universidad y las severas dificultades que aún tienen para acceder con normalidad a los ciclos superiores de la enseñanza", dice Luis Cayo Pérez Bueno, secretario general del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).

El 20% de las discapacidades presentes en la Universidad española en el curso 2004-2005 eran visuales o auditivas; un 40%, físicas; las psíquicas representaban el 9,5% y las enfermedades mentales, con un 1,4%, casi brillaban por su ausencia. Los campus siguen sin ponérselo fácil a quien no ve, no oye o va en silla de ruedas, según denuncia el CERMI. La carrera de obstáculos comienza en el transporte que ha de llevarlos a clase, continúa en las barreras arquitectónicas de edificios e instalaciones y termina en "procesos, soportes y materiales educativos" no accesibles para todo el mundo.

Las mujeres lo tienen peor: su presencia en las aulas universitarias es un 10% menor que la de sus compañeros de discapacidad masculinos, aunque ellas suponen el 58% del colectivo en España. Pérez Bueno habla de "situación de multiexclusión", por mujer y por discapacitada.

El Libro Blanco incluye los resultados de un cuestionario propio (distribuido durante el curso 2004-2005 por los campus), de una encuesta realizada por el CERMI en 2005-2006, de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud (EDDES) de 1999, y de la Encuesta de Población Activa de 2002. Tirando de unos y otros estudios, establece que sólo -otro sólo- "entre un 3,6% y un 8,7% de la población con discapacidad habría terminado sus estudios, frente a valores que oscilan entre el 12% y el 23% para el conjunto de la población". Lo que significa "una desventaja objetiva a la hora de lograr un empleo de calidad, cualificado y bien remunerado", enfatiza Pérez Bueno. "Los procesos educativos, que arrastran un histórico de desigualdad, son todavía excluyentes, y la expresión más clara es la Universidad", agrega.

Pero los abandonos masivos no comienzan a las puertas del campus sino antes, en el instituto. En 2005-2006, los alumnos con necesidades especiales (algo más de 136.000) suponían el 2,1% en primaria, el 1,8% en la secundaria obligatoria, el 0,2% en FP y el 0,1% en el bachillerato (uno de cada 1.000, apenas 718 estudiantes), según datos del Ministerio de Educación citados en el informe.

Es un "efecto expulsión", un "enorme hiato", como lo describe el secretario general del CERMI, entre las enseñanzas obligatorias y las no obligatorias: "Miles de alumnos y alumnas con discapacidad salen del sistema educativo y no sabemos muy bien dónde van. Quizá tenga que ver con el hecho de que los apoyos que, mal que bien, venían recibiendo desaparecen y cada uno queda a su suerte". De ahí el desánimo, la renuncia.

En la pública

El grueso de los alumnos con discapacidad son atendidos por la educación pública, según constata el Libro Blanco: dos de cada tres estudiantes de enseñanzas generales asisten a clase en centros de titularidad pública; la proporción de estudiantes que cursan una carrera en campus públicos es más del doble que en los privados.

Más de un tercio de universitarios con discapacidad optan por realizar sus estudios a distancia a través de la UNED. El e learning (o aulas virtuales), Internet y las nuevas tecnologías son, a juicio de Pérez Bueno, "un aliado para la inclusión de las personas con discapacidad", que, "según todos los datos, son usuarios más intensivos y cualificados de la Red que la media de la población".

Para ello, los portales y web han de estar "bien concebidos y desarrollados en clave de diseño para todos". Lo que no siempre ocurre: "Nuestras universidades no son modélicas en accesibilidad virtual (páginas de Internet o interfaces de usuario). Tienen que hacer un esfuerzo en accesibilidad muy, muy considerable".

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¿Más inglés que castellano?

Los expertos están divididos ante el plan de la Generalitat de Cataluña de impartir en el bachillerato más horas de inglés que de español y de catalán

¿Puede un alumno de bachillerato recibir más horas de inglés que de castellano? La Generalitat de Cataluña quiere hacerlo posible. Desde el curso que viene introducirá la medida aprovechando los cambios que trae la Ley Orgánica de Educación (LOE). Esa norma, como las anteriores, fija cómo se tiene que repartir una parte del horario, pero da margen a las comunidades para decidir otra parte.

El objetivo de la Generalitat es que castellano y catalán bajen de tres a dos horas semanales en cada uno de los dos cursos del bachillerato. En cambio, se mantendrán las tres horas actuales de lengua extranjera, básicamente, de inglés. También se fijará que los centros deban ofertar una segunda lengua extranjera a los estudiantes.

La Generalitat defiende la medida porque el bachillerato no es obligatorio, los alumnos tienen más de 16 años, ya han aprobado la ESO y deben tener las competencias básicas de lengua asumidas. También porque los estudiantes podrán elegir más asignaturas de la orientación que han decidido para su futuro. De 30 horas semanales de clase los alumnos tendrán 16 de la rama elegida y 14 de las comunes. El consejero de Educación, Ernest Maragall, ha dicho que se busca que los alumnos lleguen en mejores condiciones a la Universidad y a la Formación Profesional de grado superior. Los expertos tienen opiniones distintas sobre la medida.

- "No lo veo bien" / A. Rodríguez Almodóvar

"Primar el inglés a costa de las lenguas propias me parece una medida utilitarista, encaminada a satisfacer la demanda de las empresas. No lo veo bien", dice este catedrático de Literatura de instituto en Sevilla y ex director general de Renovación Pedagógica en la Junta de Andalucía. "Además, la medida llega tarde. Se tendría que aplicar en cursos muy anteriores".

- "En Finlandia, más finés y sueco" / Xavier Melgarejo

"En Finlandia [un país referente en Europa en Educación] los alumnos dan en general más finés y sueco, que lenguas extranjeras, en bachillerato", dice este docente y autor de una tesis sobre la educación en aquel país. "Allí los centros escolares tienen una gran autonomía". "El bachillerato dura tres años, los alumnos empiezan en la escuela obligatoria a los siete con dos y tres lenguas y en bachillerato dan tres y hasta cuatro", recalca Melgarejo, que dirige el colegio Padre Claret, en Barcelona.

- "Sorprende tras el informe PISA" / Juan Santolaria

"Quieren reducir lenguas, Literatura e Historia cuando hace poco el informe Pisa nos dijo que fallamos en comprensión lectora y en escritura", se lamenta este profesor de Filosofía de un instituto barcelonés.

- "Ciudadanos trilingües" / Miquel Berga

"No se puede contemplar otro objetivo de país que no sea contribuir a educar ciudadanos trilingües: en catalán y en castellano, por razones obvias, y en inglés, entendido no tanto como una lengua extranjera sino como una destreza educativa básica. Más allá de una hora más o menos, se trata de llegar a un pacto que garantice una estrategia global para la educación multilingüe en Cataluña", dice el decano de Humanidades de la Pompeu Fabra y presidente de la Asociación de Profesores de Inglés de Cataluña.

- "No estoy en contra" / Lontxo Oyarzábal

"No estoy en contra. El inglés es imprescindible para la vida profesional y social. El bachillerato es hoy muy escolar. Tiene una estructura condicionada con la etapa anterior, pero debería ser un paso hacia la Universidad o la Formación Profesional superior", dice este profesor jubilado de Psicología de la Educación de la Universidad del País Vasco. "Un alumno de bachillerato ya ha estudiado las otras lenguas desde primaria y está pensando en lo que quiere ser".

- "El inglés les será más útil" / María José Martínez

"Los alumnos piensan, sobre todo los de ciencias, que tienen muchas horas de letras, sobre todo de lenguas. Creen que el inglés les será mucho más útil que las lenguas de aquí, que ya han estudiado muchos años", dice esta profesora de inglés en un instituto barcelonés.

- "No pasa nada" / María Tura

"Las clases ya se dan en castellano y catalán y suman cuatro horas por semana. Se supone que los alumnos ya tienen competencia en otras lenguas. La LOGSE amplió las materias comunes y un alumno de bachillerato de Ciencias lo que menos da son materias de la especialidad elegida", dice esta miembro de la Asociación de Profesores de Física y Química de Cataluña y profesora del instituto Satorras, de Mataró.

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Cuatro campus intercambiarán doctores para combatir la endogamia

Cuatro universidades, dos de Madrid y dos de Barcelona, se cruzarán doctores nobeles. La Autónoma de Madrid, la Autónoma de Barcelona, la Pompeu Fabra y la Carlos III tienen previsto firmar esta semana un acuerdo para coordinar 12 becas posdoctorales. Cada una recibirá doctores de las otras durante un periodo de dos años. El acuerdo empezará a aplicarse este año y el objetivo es ampliarlo una vez comprobados sus resultados. Los doctores que se cruzarán estas universidades tendrán dos años de contrato y percibirán un salario de 30.000 euros anuales con un contrato laboral. Se trata de doctores que han estado en torno a cuatro años preparando su tesis en sus campus de origen.

"Queremos que puedan ir a otras universidades para hacer estancias posdoctorales, impartir algunas clases, pero sobre todo para investigar", dice la vicerrectora de personal académico de la Autónoma de Barcelona, Ana Ripoll. Estos doctores, mientras trabajan con su contrato de dos años, podrán acreditarse en las agencias de calificación", señala Ripoll. "Pretendemos romper la endogamia que se produce ahora a la hora de seleccionar al profesorado", recalca por su parte Juan Romo, vicerrector de profesorado, posgrado y departamentos, de la Universidad Carlos III.

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75 años de español en Lisboa

El Instituto Giner de los Ríos rehabilita a los olvidados profesores republicanos que fundaron el centro en la capital portuguesa

Hoy hay más de 1.000 alumnos y cerca de 70 profesores y catedráticos. Desde 1976, el Instituto Giner de los Ríos está situado a las afueras de Lisboa, en Dafundo, camino de Cascais. La enseñanza es gratuita para los alumnos de familias españolas y mixtas, y privada para los que no lo son y apuestan por el bilingüismo. La historia empezó hace justo 75 años. En enero de 1933, España abrió en Lisboa un pequeño instituto de bachillerato graduado. Con 19 alumnos, era el primer centro de enseñanza en el exterior, y estaba en los sótanos de la actual cancillería, rua Salitre esquina a Avenida de la Liberdade.

La II República, con su mezcla de idealismo y afán, había decidido exportar al Portugal salazarista el sueño de la instrucción pública. Dos catedráticos llegaron de Madrid para poner en marcha el proyecto: Ramón Martínez López, de Letras, y José Luis Hernández, de Ciencias. Un año después, en 1934, esos dos pioneros importaron el espíritu laico de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). El nuevo centro se llamó Instituto Escuela Hermenegildo Giner de los Ríos, en honor del hermano de Fernando Giner.

"Hernández había sido profesor de la ILE en Madrid", cuenta Ángel Chica, ex alumno y hoy catedrático de matemáticas, "y como primer director llevó a cabo el mismo proyecto pedagógico: teatro, clases mixtas, naturaleza, un largo viaje a España de intercambio con el Instituto Escuela de Madrid... Y además hacían difusión de la cultura española, como el Instituto Cervantes ahora".

El 18 de julio de 1936, Martínez López, que era presidente del Partido Gallegista, estaba de vacaciones en su tierra. "Tras librarse de ser fusilado y volver a Portugal por el Miño, se reúne en Lisboa con el embajador, Claudio Sánchez Albornoz", recuerda Chica, que ha estudiado a fondo la memoria del centro para organizar, con motivo del 75 aniversario, una exposición y un claustro extraordinario, previsto para abril, que rehabilitará la tarea de aquellos profesores silenciados.

En octubre del 36, Salazar reconoce al Gobierno de Franco y declara a Martínez López persona non grata. Albornoz le consigue un visado para París, cierra la embajada y vuelve a Madrid. "Hernández se queda al frente del instituto, pero la fuerte presión le fuerza a adherirse al Gobierno de Burgos", dice Chica. En enero, dimite Hernández como director, y en marzo del 37 llega uno nuevo. Es Eugenio Montes, el fundador de Falange. "Tramita la expulsión de Martínez López y de los maestros republicanos Agustín Sala, Antonio Terol y Luis Falcó; despide al profesor de portugués, Fidelino de Figueiredo, que era amigo de Unamuno y Ortega; incluye la religión en el programa, pide a Valladolid trajes de falangistas para los alumnos y exige a Franco nuevos maestros para 'acabar con la nefasta coeducación".

Sólo se salvó de la purga la bandera republicana. "La escondió en su casa un conserje, Antonio Palomares", dice Chica. Cuando murió, su hijo la devolvió al centro, y hoy preside, enmarcada, el despacho de dirección. Montes estuvo a cargo del Instituto hasta 1954. La historia oficial, convenientemente maquillada, diría que fue el primer director; pero hace 25 años, Manuel Burgos, un profesor fallecido el pasado 9 de enero, contó la historia real en el libro del 50 aniversario. Y Chica la ha completado ahora: "Martínez López volvió a Valencia, pasó por el campo de refugiados de Argelés y acabó siendo catedrático en la Universidad de Texas. No pudo reunirse con su mujer hasta 1948, y volvió a España en la Transición. Hernández resistió y se jubiló en Lisboa 40 años más tarde. Agustín Sala se fue a México y organizó las escuelas que el presidente Cárdenas construyó para los niños republicanos".

Todos ellos, y otros ex profesores ilustres recibirán hoy, lunes, el homenaje de sus sucesores. Asistirá Carmen Hernández, la hija del primer director.

Exposiciones, conciertos

"Queremos reivindicar el espíritu institucionista que alentó la creación del centro y recuperar la memoria de sus fundadores y de muchos profesores que pasaron por aquí, gente admirable y que a menudo llegaba para refugiarse de las represalias", explica el poeta Ángel Campos, catedrático de Lengua y vicedirector del Giner de los Ríos de Lisboa.

Campos esperaba "más generosidad" de la Administración para celebrar el aniversario, aunque comprende que la quincena de centros que España mantiene en el exterior es una "inversión costosa". Los actos tendrán un carácter sentimental. Fotografías, documentos, libros y objetos forman parte de la exposición que se abrirá en abril con un concierto de homenaje a Halffter. En marzo será el acto estrella, con un premio Príncipe de Asturias, Antonio Gamoneda, y un premio Camões, Eduardo Lourenço. Un homenaje a Miguel Torga, de quien fue el centenario en 2007, y un ciclo de cine español completan el programa.

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Las nuevas barreras

Las 'webs' de los campus españoles suspenden en facilidad de acceso

"Hola buenas, estoy haciendo una prueba en su portal; en general está bien salvo por las ventanas emergentes que aparecen sin previo aviso". Luis Miguel Bascones acaba de enviar un correo electrónico al buzón de sugerencias de la Universidad de Valencia. Este tetrapléjico madrileño de 40 años utiliza para navegar por Internet un programa de voz. Cada ventana que se abre en su pantalla sin permiso le supone tener que dictar una orden más al sistema y, a veces, el esfuerzo de alcanzar el ratón con la poca movilidad de su brazo derecho. Las ventanas saltarinas de muchos portales universitarios son una de las trabas a las que se enfrentan los alumnos con algún tipo de discapacidad,

Internautas ciegos o parapléjicos chocan con multitud de detalles desatendidos

Internet puede ser una herramienta útil para que cada vez más personas de este colectivo alcancen la Universidad. Siempre que se base en criterios de diseño para todos. Bascones está acostumbrado a las barreras online: se las encuentra continuamente en su trabajo como consultor de Technosite, empresa de teleservicios que realiza estudios de accesibilidad web para el Observatorio de Infoaccesibilidad de Disc@pnet (portal auspiciado por la Fundación ONCE y los fondos FEDER de la Unión Europea). Las web universitarias españolas pasaron el primer examen en 2004, que ponía en evidencia "las carencias" y apuntaba "líneas de posible solución". Y otro en 2006, que señalaba "la ausencia de evolución", pese a la entrada en vigor de una ley que obliga a las administraciones a hacer accesible la información a través de la Red.

La Universidad de Valencia fue la mejor parada de aquella segunda evaluación técnica, aunque no llegó "a los mínimos de accesibilidad deseables", como tampoco lo hicieron las otras 15 investigadas: 13 portales universitarios más las web del Ministerio de Educación (MEC) y de la CRUE, Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas.

Casi dos años después, y a la espera de un tercer estudio, Luis Miguel hace un rastreo rápido por los portales universitarios. La prueba no tiene validez científica pero resulta clarificadora: han mejorado mucho, pero no suficiente.

Estamos en el menú principal de la Politécnica de Valencia, que permite elegir idioma: castellano y valenciano. "Castellano", dicta. Pero la página permanece imperturbable. "¡Castellano!, ¡¡castellano!!". Bascones estira su brazo derecho hacia el ratón, pone el cursor sobre la palabra castellano y aparece la etiqueta, que es lo que importa, lo que lee su sistema: pone español. Un enlace mal etiquetado, un detalle tonto que le ha costado 10 minutos de su tiempo. Y él aún tiene cierta movilidad; si no fuera así, el cambio de idioma le habría resultado imposible. "Se nota que se han puesto las pilas y que han hecho cambios; el problema es que no siempre los cambios son a mejor", resume.

Lourdes González Perea, ciega, es profesora del máster de Accesibilidad de la UOC. Lee una página web mediante barridos: de arriba abajo, de izquierda a derecha. Su ordenador dispone de teclado braille pero prefiere su lector de pantallas, que le va diciendo lo que pone en cada sitio. Siempre, claro, que la información aparezca bien estructurada y que todos los títulos, enlaces y textos tengan su correspondiente etiqueta, para que su audiodescriptor pueda leerla. Lo que no siempre ocurre.

Esta malagueña de 27 años, directora de tecnologías accesibles de Technosite, se enfrenta cada día a etiquetas imprecisas, elementos multimedia sin alternativas textuales, estructuras desordenadas y mucho contenido en un formato al que ella no puede acceder. González Perea, que coordinó aquel estudio de accesibilidad de 2006 junto con Bascones, se presta también al pequeño ejercicio propuesto por este periódico. Y esgrime conclusiones similares a las de su compañero: "Son conscientes de que tienen que arreglar problemas y deficiencias, y lo intentan, pero les queda", reflexiona mientras va detectando enlaces duplicados en las universidades de Valladolid y Granada, desorden en la del País Vasco, o descriptores defectuosos en el portal del Ministerio de Educación. La accesibilidad online, recuerda, ya es una obligación que establece la reforma de la ley de universidades.

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